lunes, mayo 22, 2006

...Bueno...tenía que ser Buenos Aires el que me hiciera escribir de nuevo...

...Y así fue no más, los cuatro mosqueteros como tiernamente nos llama mi madre, atravesamos la cordillera, sin ningún otro motivo que el de desaparecer de santiago y descansar de las últimas semanas que fueron destructoras a mango...
...Dentro de lo notable que es viajar, puedo decir que lo es aún más cuando se hace con amigos, y que grupito que somos, cual de los cuatro más loco y insoportable, pero por alguna razón no nos hemos matado aún y seguimos compartiendo momentos memorables, y que más memorable que pasear por las callecitas de buenos aires que tienen ese no se que (jajajaja)...
...En verdad agradezco la presencia de cada uno de los otros tres pasajeros, sin ellos el viaje no hubiese sido lo mismo...
...En particular el humor demente del japonés, que por a,b,c motivo cuando estábamos a punto de asesinarlo o dejarlo botado en la inmensidad de BA nos hacia reír con alguna de sus estupideces o caras...
...Pedro con su manera sorprendente de aportar con datos curiosos y solo sabidos por el, hacia que las largas caminatas se tornaran diferentes y reflexivas, además se agradecen las conversaciones en los diferentes cafés...
...Y por supuesto nuestro cineasta que nos ayudo a plasmar el viaje bajo su ojo critico y busquilla, como olvidar las tomas en movimiento, las magias, los zoom y las peleas con Tadashi, entre tantas...
...Finalmente espero poder volver algún día a tomarme un café, en algún lugar del mundo con los tres, en algún lugar similar al café TARTALETA...